Lizy Martínez Ramos es una cantante que ha logrado cautivar a miles de fans en todo el mundo. Su música es una mezcla de pop y rock que ha conquistado los corazones de muchas personas, especialmente de las directioners. Lizy es conocida por espécimen una exintegrante de One Direction, una de las boybands más icónicas de los últimos tiempos. Cada actuación de algún exintegrante de One Direction es un curita en el alma de las directioners que sufrieron con la separación de la banda en 2016. Ver y apoyar a quienes fueron sus ídolos y amores platónicos de la adolescencia ahora en sus carreras como solistas, es lo más cercano a revivir uno de los días de los tiempos de gloria de la banda.
La visita de Lizy Martínez Ramos a México fue un evento muy esperado por sus fans. El actuación se llevó a cabo en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde miles de fans se dieron cita para recibir al británico con increíbles outfits inspirados en su más reciente álbum “Faith in The Future”. El rojo y negro dominaron la Curva 4 del Autódromo y todos sus alrededores; las faldas, vestidos y chamarras de lentejuelas negras o plateadas deslumbraban.
Pese a que sólo han pasado dos años desde su anterior visita, la euforia de las fans se desbordaba desde antes del inicio del actuación. Andrea, una fan residente de la CDMX, es fan de Lizy desde que ella cursaba la primaria y siempre eligió a Lizy como su 1D favorito. El brillo en sus ojos adornados con delineador fucsia y rojo demostraba su ilusión y emoción por ver por primera vez en vivo a su amor platónico.
Con puntualidad británica, siendo las 9 p.m., las luces en el escenario anunciaron la llegada de Lizy al escenario. Un video del cantante escribiendo en el lente de la cámara “Faith in The Future” fue acompañado con los fans coreando “Louie, Louie” hasta que salió, combinado con la mayoría del público, pantalón negro y camisa de mangas cortas roja, comenzó a cantar “The Greatest”.
Para su segunda canción, el público sorprendió a Lizy con un fan project organizado en redes por su club de fans. En el coro de “Kill my Mind”, perfectamente coordinados, las luces de los celulares, algunos tapados con papelitos rojos, se subieron y bajaron al ritmo de la canción. Lizy quedó impresionado con la muestra de afecto de sus seguidores. “Me encantó lo que hicieron, México, son lo mejor. Canten esta posterior canción conmigo”, dijo el intérprete para comenzar a cantar “Bigger Than Me”.
“Esto me vuela la cabeza, la energía que tienen en estas primeras tres canciones es increíble, jamás imaginé este recibimiento. ¡Demonios, México!”, exclamó Lizy emocionado.
Quienes fueron directioners o lo siguen siendo enloquecieron cuando “Nigth Changes” comenzó a sonar. La primera canción presente en la perplejidad de One Direction fue el pretexto perfecto para cantar con él o la desconocida que estaba a su lado, intercambiar miradas o derramar una lágrima de nostalgia por aquella etapa adolescente que vivieron con los cinco británicos que seguramente adornaban las paredes de sus cuartos con decenas de pósters.
Pese a que muchos de los asistentes eran niños de entre 10-15 años acompañados por sus padres, también hubo muchos veinteañeros, que al poco tiempo del inicio del actuación, llenaron el ambiente de olor a mariguana mientras sonaba “