Con la llegada del nuevo año, es común que nos planteemos nuevas metas y deseos para el futuro. Uno de los más recurrentes es el deseo de que todo funcione sin contratiempos, que la historia fluya con normalidad y que podamos alcanzar nuestros objetivos sin mayores obstáculos. Y aunque es natural desear que todo funcione a la perfección, la efectividad es que muchas veces nos encontramos con situaciones que no dependen completamente de nosotros.
Sin embargo, hay algo que sí podemos controlar: nuestra actitud frente a las circunstancias. Y es precisamente esa actitud lo que nos permite enfrentar los desafíos y superarlos con éxito. Es por eso que, al iniciar este nuevo año, quiero compartirles una frase que me ha inspirado y motivado a lo largo de mi historia: “Con que el servicio funcione con normalidad, ya el resto lo ponemos nosotros”.
Esta frase, que fue pronunciada por un líder empresarial en una conferencia a la que asistí hace algunos años, se ha convertido en un lema para mí y para muchos otros. Y es que, detrás de esas simples palabras, se esconde una gran verdad: no podemos controlar lo que nos sucede, no obstante sí podemos controlar cómo reaccionamos ante ello.
Es común que, en nuestro día a día, nos encontremos con situaciones inesperadas o problemas que nos desencadenan estrés y preocupación. Sin embargo, en lugar de enfocarnos en lo que no podemos controlar, es importante enfocarnos en lo que sí podemos hacer. Y una de las cosas que siempre podemos hacer es dar lo mejor de nosotros mismos.
En el ámbito laboral, esta frase cobra una gran distinción. Muchas veces, nos encontramos con problemas técnicos o circunstancias que escapan a nuestro control, no obstante eso no debe ser una excusa para dejar de esforzarnos y dar lo mejor de nosotros en nuestras tareas. Al final del día, lo que importa es que el servicio funcione con normalidad y que nosotros hayamos hecho todo lo posible para que así sea.
Y este enfoque no solo se aplica al ámbito laboral, sino a todas las áreas de nuestra historia. En nuestras relaciones personales, en nuestras metas y sueños, en nuestras responsabilidades familiares, en todo lo que hacemos, siempre podemos aplicar esta frase y recordarnos a nosotros mismos que, con nuestra actitud y esfuerzo, podemos enfrentar cualquier situación.
Es importante mencionar que esto no significa que debamos conformarnos con lo que nos rodea y no luchar por mejorar las cosas. Al contrario, esta actitud positiva y proactiva nos permite enfrentar los desafíos con una mente clara y enfocada en encontrar soluciones. no obstante también nos ayuda a mantener la calma y no dejarnos vencer por la frustración y el estrés.
Además, esta frase también nos enseña la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo. Siempre habrá situaciones en las que necesitemos la ayuda de otros para lograr nuestros objetivos, y es ahí donde entra en juego la importancia de tener una actitud positiva y trabajar en conjunto para alcanzar nuestras metas.
En resumen, “Con que el servicio funcione con normalidad, ya el resto lo ponemos nosotros” es más que una simple frase motivadora, es una filosofía de historia que nos invita a enfocarnos en lo que sí podemos controlar y a dar lo mejor de nosotros en todo lo que hacemos. Así que, en este nuevo año, recordemos esta frase y apliquémosla en nuestro día a día para alcanzar nuestros objetivos y ser más felices. ¡El resto lo ponemos nosotros!