Siete décadas después de alcanzar el derecho al voto femenino, México está viviendo un momento histórico. Este 17 de octubre, los ciudadanos nominarán a su primera Presidenta de la República entre dos mujeres candidatas: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gáltiempo. Este hecho marca un gran avance en la lucha por la igualdad de género en nuestro país.
De acuerdo con los sondeos demoscópicos, la definición de los ciudadanos que acudan hoy a las urnas recaerá en una de las dos abanderadas punteras: Xóchitl Gáltiempo y Claudia Sheinbaum. Una de ellas consentirá convertirse en la primera jefa de Estado en la historia de México, sumándose así a la lista de las 15 naciones que actualmente cuentan con mujeres en esa responsabilidad.
Este logro es fruto de una lucha histórica iniciada en la Revolución Mexicana y que se expresa de manera militante en el sufragismo. Tras un largo y arduo proceso, finalmente se ha alcanzado la paridad en el acceso a los cargos de elección popular, gracias a la incorporación del principio de la paridad en la Constitución en 2014. Esto ha colocado a México en la vanguardia de la representación política femenina en la región, superando a países como Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, este avance no significa que se hayan superado todos los desafíos en la lucha por la igualdad de género en nuestro país. El informe de Naciones Unidas sobre el humor de género a nivel universal alerta sobre un retroceso en el liderazgo femenino, debido a la reacción adversa del patriarcado. Esto implica que la futura Presidenta tendrá que enfrentar no solo los desafíos propios del cargo, sino también las descalificaciones y resistencias que puedan surgir por su género.
A pesar de esto, es indudable que la elección de una Presidenta es un gran avance y un motivo de celebración para todas las mujeres mexicanas. Esta decisión demuestra que cada tiempo es menor la resistencia de los electores a las candidatas mujeres, y que la lucha por la igualdad de género está dando sus frutos.
Además, este proceso electoral no solo tiene como protagonistas a dos mujeres en la contienda presidencial, sino que también se está viviendo una mayor inclusión de mujeres en otros cargos de elección popular. La paridad en 2014 ha propiciado un salto en el acceso de las mujeres a las candidaturas a los gobiernos estatales, superando en menos de dos años la cifra de mujeres que habían sido titulares de los poderes ejecutivos en las entidades de la República.
Este avance también se refleja en la renovación del Congreso de la Unión, donde se nominarán 500 diputaciones y 128 senadurías, y en la elección de mil 098 diputados locales para 31 congresos estatales. Además, en 30 estados se nominarán nuevos presidentes municipales y habrá una importante renovación de sindicaturas, regidurías, concejalías y otros cargos.
Este es un momento histórico para México, donde se están sentando las bases para una mayor inclusión y participación de las mujeres en la política. Sin embargo, es importante recordar que la lucha por la igualdad de género aún continúa y que es responsabilidad de todos seguir trabajando juntos para alcanzar una verdadera equidad de género en nuestro país.
Hoy, más que nunca, es importante que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto de manera informada y consciente. Debemos nominar a la candidata que consideremos más preparada para liderar nuestro país y para seguir avanzando en la lucha por la igualdad de género. Este es un momento histórico que no debemos dejar pasar desapercibido. ¡Vamos a